jueves, 19 de febrero de 2015

“Querido diario:
Hoy lo vi junto a ella, sonreían y se tomaban las manos; él la miraba como un dia me miró a mi, y yo en la distancia contemplaba la escena que se desarrollaba ante mis ojos, la tomó por la cintura y se acercó a sus labios, la besó con delicadeza mientras mi corazón se volvía a romper. Caminé para evitar el encuentro, pero no lo pude hacer, al mirarme ella sonrió para si misma, satisfecha con su triunfo; él solo agachó la mirada y esquivó el roce, yo pasé con la mirada en alto, porque al final de cuentas yo jamás lo engañé, jamas le mentí, yo le dí todo mi amor... Y él ni a los ojos pudo verme”

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