sábado, 22 de noviembre de 2014

— Andrés Caicedo

Algo me enseñó que hay que ser un poco egoísta con la gente, hay que aprender a no contar a cualquier común nuestros sueños vicios ni obsesiones, pensar muy bien antes de regalar una palabra o una nube y sobre todo cuidar las sonrisas sinceras.

No hay comentarios:

Publicar un comentario