jueves, 14 de marzo de 2013

Es tarde, muy tarde. Estas empapada y gotitas de lluvia resbalan por los mechones de tu pelo dejando un rastro en el parqué del piso. Llevas el maquillaje corrido por toda la cara, pero no por culpa de la lluvia, si no de él. Te tiras en la cama agotada y sollozando todavía. Queres llorar y gritar que lo odias, que todo es una mierda. Pero pensas que ya no merece que le dediques ni un segundo más de tu vida, terminaron. Así que te aferras al paquete de cigarrillos que descansa sobre la mesilla y te perdes entre el humo. Subís el volumen de la música a tope y te dejas llevar. Pero cada melodía, cada letra de esas canciones te recuerda a él, está por todas partes e invade todos tus recuerdos. Desesperada cerras los ojos y te ahogas entre las lágrimas hasta quedarte dormida.

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