¿Será acasi que yo estoy en tu mente tanto como vos estás en la mía? ¿Será acaso que también me extrañas, que me soñas, que me sentis en el aire cuando te sentis solo? ¿Será también que escribis mi nombre en la parte de atrás de tus cuadernos, que sonreís con mi recuerdo y que anhelas mi presencia?
¿Seré yo acaso el motivo de tus lágrimas por la noche? ¿Será acaso, remotamente cierto, que tú en este momento también suspiras y sueñas con el momento de volver a vernos?
¿Es cierto que también esta noche, antes de que duermas, mi rostro aparecerá en tu mente, sólo para desearme las buenas noches desde donde quiera que te encuentres?